
Hola, soy Sheeylla
Soy un estudiante más de este camino llamado vida, desde pequeña he sido clarividente, muy intuitiva, canalizaba mensajes para otras personas que los estaban necesitando, tenía premoniciones, manifestaba rápidamente y a los 22 años comencé a sanar intuitivamente con mis manos a humanos y animales, mi vida estaba llena de magia.
A los 26 años, en el año 2000, salí de mi país Venezuela rumbo a USA. Para mi sorpresa a los pocos meses comencé a ver cambios, ya no me sentía conectada como antes, algo estaba sucediendo. Al año siguiente fui a una conferencia de una escuela que estudia el alma y las conexiones energéticas, le pregunté al maestro y director de la escuela, ¿qué estaba pasando conmigo? a lo que él me respondió que tenía un bloqueo debido a que éste país (USA), era muy diferente energéticamente al mío y que con el tiempo se me pasaría. Así me acostumbre a mi nueva vida, me entregué al ritmo de vida que hay aquí y me desconecte por completo de lo que soy. En el 2009, comencé a presentar problemas de salud y un mes antes de que mi hija cumpliera 3 años, mi salud empeoró. Sentía cosas extrañas pasándome en mi cuerpo, de un día para otro me salió una gran bola cerca de la clavícula. Unos meses después me dieron el diagnóstico cáncer tipo linfoma, tenía tumores en la garganta que me habían desviado un poco la tráquea y también tenía tumores en el mediastino, membrana que divide los pulmones del corazón. En ese momento yo estaba con una carga de estrés mucho mayor de lo que mi cuerpo podía soportar. Me sentía desesperada, frustrada, decepcionada, desilusionada, agotada, preocupada, también estaba deprimida y no lo sabía, tenía muchos problemas de pareja. Estábamos separados viviendo en el mismo techo y para mi era un infierno.
Recuerdo que se estaban tardando demasiado en darme el diagnóstico, así que fui a ver a mi médico de cabecera y le expliqué lo que me pasaba. Me miró y me dijo “tienes linfoma”, cuándo le pregunté “cómo lo sabes si ni siquiera me has hecho pruebas de laboratorio?” Me dijo, “por los pacientes que he tenido con el mismo cuadro tuyo, la carga de estrés tan grande y de emociones negativas, esa enfermedad es emocional”. Me fui con esa información dando vueltas en mi cabeza, al recibir el diagnóstico 45 días después mi doctora había tenido razón.
Después de terminar mi tratamiento en el 2010 empecé a pensar en de qué manera lo que me había ocurrido podría ser útil para otros y cómo podría aprender sobre las emociones y las enfermedades. Tenía muchas preguntas y comenzaron a llegar las respuestas, aparecieron mis maestros. La primera respondió a mis preguntas de cómo las emociones pasan al cuerpo físico, ella me presentó a mi maestra, la que me tomó de la mano y me devolvió a mi camino, el que había abandonado cuando llegué a este país. Con ella me formé como ThetaHealer y en su clase conocí a mi próxima maestra, quien me enseño las herramientas y aprendí todo lo relacionado con el Reiki. Me formé como Master Reiki. Entendiendo así, lo que yo hacía con las manos intuitivamente cuando todavía vivía en mi país.
Ya con estas dos técnicas de sanación, comencé a trabajar en mí. Pude sanar, comprender e identificar los patrones y creencias que me llevaron a elegir las parejas equivocadamente, transforme las heridas que mi ex pareja me dejó y recuperé mi paz. Desde el 2017, él y yo tenemos una buena relación, lo que hace muy feliz a mi hija. Ella dice que es afortunada porque puede salir a divertirse con los dos sin discusiones. Incluso, se comparó con otros amigos que sus padres no se pueden ver ni en fotos y lo triste que ellos, los niños, se sienten por eso.
Como esto me apasiona, quise prepararme más en este camino para ayudar a otras personas. Hice otros cursos como Merkaba, Limpiezas Energéticas y Liberaciones, Indagación Profunda del Alma y Respiración Consciente (Pranayama) entre otros.. Haber retomado mi camino espiritual y entender el proceso que yo misma viví, me ha dado la oportunidad de cumplir mi sueño de servir y dar la mano a otros. Acompañándolos a superar la separación o el divorcio y las secuelas negativas que la relación con sus ex parejas les dejó. Ayudándoles a sanar y transformar esas emociones, liberándose de ese gran peso, listos para retomar su camino y comenzar la vida que siempre soñaron y merecen tener.
En los últimos años he acompañado a muchas almas a reconocer sus miedos, limitaciones e inseguridades y actualmente viven una vida plena. Si realmente tomaste la decisión de transformar tu vida positivamente, de ser tu mejor versión, de soltar todo ese peso que lleva tu alma y de volver a ser feliz toma acción ya. Te recuerdo que la persona más importante en tu vida eres tú.
Te invito a agendar una sesión.
PORQUE TÚ LO MERECES.